El YIN y el YANG en el ajedrez

YIN y YANG en Ajedrez

Existen dos términos de origen oriental, llamados YIN y YANG, que expresan la naturaleza dual de la realidad. Las tradiciones orientales que se nutrían del Taoísmo explicaban el mundo basándose en estos dos conceptos.

La idea es muy sencilla y está llena de lógica. Básicamente, podemos decir que en el universo hay dos fuerzas opuestas que interaccionan entre sí constantemente. Si observamos atentamente el mundo, nos daremos cuenta de que todo tiene una naturaleza dual. El día sucede a la noche. Lo bello es bello porque lo podemos comparar con lo feo. Lo alto es alto porque existe lo bajo, etc.

Miremos donde miremos siempre podremos encontrar estos dos principios contrapuestos en la Creación. De hecho, el universo entero ha sido creado a partir de estos dos principios. Lo masculino se debe unir a lo femenino para poder crear vida. Para poder lanzar la flecha hacia adelante, el arquero debe estirar de la cuerda del arco en sentido opuesto (hacia atrás). Para poder avanzar en la vida debemos enfrentarnos a obstáculos, que son los que nos hacen crecer y superar las dificultades. 

"Sin errores no puede haber brillantez". (Emanuel Lasker)

En oriente, llamaron a estos dos principios opuestos Yin y Yang. Cada principio simboliza una cualidad de la naturaleza:

Yin Yang opuestos

En realidad, las cosas no son totalmente YIN o totalmente YANG. Dentro de un continuo de valores todo tiene algo de YIN y algo de YANG. No existe el frío extremo, no existe la oscuridad perfecta, no todo se puede contraer hasta el infinito. Cuando se llega a la noche cerrada, ya empieza a clarear el día. Constantemente, los dos principios opuestos de Yin y Yang se entremezclan entre sí y siempre aparecen unidos. Son la cara y la cruz, el haz y el envés, el aspecto positivo en todo mal.

Ya hemos dicho que todo en el universo puede entenderse a partir de estos dos principios contrapuestos, y el ajedrez no podía ser menos.

Efectivamente, encontramos que el ajedrez es un juego dual en el que parece que hay siempre dos principios contrapuestos que se entremezclan constantemente: la táctica y la estrategia, las ventajas temporales frente a las ventajas permanentes, la estática frente a la dinámica.

Tradicionalmente, se ha clasificado a los jugadores de ajedrez en dos estilos de juego contrapuestos:
  • Estilo táctico / combinativo
  • El estilo estratégico / posicional.

El gran maestro y escritor de ajedrez Alexander Kotov (1913-1981), en su excelente libro Juegue como un gran maestro muestra dos ejemplos extremos de ambos estilos.

La 19ª partida del campeonato del mundo de 1937, jugada entre Euwe y Alekhine la muestra como ejemplo característico de partida táctica / combinativa, en la cual las amenazas se suceden constantemente y ya desde las primeras jugadas los contactos entre las piezas son constantes:



Como ejemplo de partida de estilo estratégico / posicional ofrece la partida del torneo de candidatos jugada en Zurich en 1953 entre Taimanov y Geller:


Kotov ilustra con un diagrama el modo en el que pueden transcurrir las partidas. En un extremo estarían las partidas puramente táctico-combinativas y en el otro extremo las estratégicas-posicionales. Una partida puramente combinativa se podría describir mediante una línea en zigzag, en la cual las amenazas tácticas se suceden a cada jugada (nº 1). Una partida puramente posicional transcurriría apaciblemente, como una línea recta, en la cual nada violento ocurre (nº 2). Entre estos dos extremos podríamos encontrar partidas que empiezan con jugadas muy tácticas pero que terminan desembocando en tranquilas posiciones de corte puramente estratégico (nº 3).  O bien, partidas que empiezan con maniobras estratégicas tranquilas que desembocan en el intercambio mutuo de golpes tácticos (nº 4):

diagrama partidas táctico-combinativas vs. estratégico-posicionales


En realidad, el estilo de un jugador no es exclusivamente táctico/combinativo o exclusivamente estratégico/posicional. Y una partida no se puede enmarcar sólamente dentro de un estilo como puramente táctica o puramente estratégica.

En toda partida se entremezclan los dos aspectos duales táctica y estrategia. La verdadera maestría en el ajedrez se alcanza cuando se consiguen unir ambos conceptos en la partida.

Si quieres saber cómo conseguir esto, sigue leyendo en este artículo.


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